miércoles, 27 de enero de 2010

La Voz Humana

“(…) las voces imprevistas/que a intervalos enciende/el grito de la sangre/el rumor de unos pasos/perdido.”
(Nocturno- Xavier Villarrutia)



1) EXT./CALLE/NOCHE:

Emilia está metida en una cabina telefónica, hablando frenéticamente con alguien.
Es de noche. El centro de la ciudad está desierto y la cabina telefónica parece una pecera iluminada mostrando, en la oscuridad, el último exponente humano.
Emilia es rubia, delgada, de unos veinticinco años, gestos duros.
Algo atrae la mirada de Emilia, por fuera de la cabina y la discusión. Una expresión de horror, de esas que parecen poco naturales para nuestro tiempo, le inunda la cara: Una bala cruza la cabina un segundo después que Emilia se agacha y suelta el tubo del teléfono que provoca un sonido mucho más estrepitoso que el de esa bala.
La voz de Ignacio del otro lado del tubo pide explicaciones.

(EN OFF)
IGNACIO:
-¡Emilia! ¿Qué pasa? ¿Estás bien? ¿Me oís?

Manuel que había estado fuera de cuadro hasta ese entonces, se acerca a la cabina con su revólver en mano.
Anchas espaldas envueltas en una musculosa. Pelo renegrido, un poco largo, que parece ser su único abrigo.
Abre la puerta de la cabina y descubre a Emilia aterrorizada, casi aplastada contra el vidrio.

EMILIA:
-Salí a caminar, a dar una vuelta para no esperar tu llamada.
Traté de ocuparme de otra cosa. No podía soportar la espera.

Emilia le habla a Manuel como si fuera Ignacio.
La cámara toma la silueta de Manuel y el detalle del arma en primer plano. Los resquicios de su figura nos permiten ver a Emilia de frente, con el tubo del teléfono colgado junto a su cara. No se anima a tocarlo.

(EN OFF)
IGNACIO:
-Emilia, no te entiendo.



EMILIA:
-Me hace mal esperar. Contaba las horas, tenía en cuenta la
diferencia horaria. Entonces decía: Me llamará a las tres de la
mañana, a las cuatro…

(EN OFF)
IGNACIO:
-Emilia, no quise llamarte porque lo que tengo para decirte
no es para hablar por teléfono.

EMILIA:
-Cada vez que sonaba el teléfono era la voz de una mujer
que se equivocaba de número. No podía soportar esa voz
cuando esperaba la tuya, no podía tolerar tanta tortura y salí
a caminar.


(EN OFF)
IGNACIO:
(Sumamente tranquilo)
-Emilia, en unos días iba a llegar a Buenos Aires, entonces
íbamos a poder charlar tranquilos pero vos insistís en llamarme
y te lo voy a decir ahora.

EMILIA:
-A las tres, a las cuatro de la mañana podías llamarme.
¿Cómo iba a soportar la noche pensando que el llamado
era posible y pese a eso no llamabas? O peor: Pensaba que
esa mujer (que parecía tan desesperada como yo) podía seguir
llamando y su angustia iba a alimentar la mía. Todo eso me parecía
insoportable.

(EN OFF)
IGNACIO:
-Emilia, esto no puede seguir, esto se terminó. Perdoname,
no me sale decirlo de otra manera., No soy bueno para esto.

EMILIA:
-Entonces pensé que lo mejor era olvidarme de tu llamada,
salir, distraerme. Me parecía divertido pensar que yo estaba
por ahí y vos llamabas, y seguías hablando, una llamada tuya
cada cinco minutos.

(EN OFF)
IGNACIO:
-Emilia, ¿me escuchaste? ¿Vas a decir algo?

EMILIA:
-Divertido, desesperante, me llenaba de ansiedad…


(EN OFF)
IGNACIO:
-Espero que no estés llorando porque no lo soporto.
Después de todo hiciste bien en llamar, personalmente
no hubiera soportado tus escenas.

EMILIA:
-Entonces vi esta cabina, sola en la noche, como yo y
dije: ¿Y si Nacho me está llamando hace horas y no me
encuentra o atiende esa mujer desesperada y él, por el apuro,
la confusión, la distancia, estos teléfonos que deforman la voz,
cree que soy yo? ¿Y si esa mujer que está resentida y enojada le
grita y le dice cosas que yo nunca le diría y terminan ahí, rompen?
Porque vos, Nacho, sos muy impulsivo, hacés las cosas y no pensás, tomás decisiones apresuradas…

Manuel descarga tres balas en el cuerpo de Emilia. Mientras ella se desangra, Manuel revisa su cartera, se lleva algunas cosas y sale corriendo.

(EN OFF)
IGNACIO:
-Emilia, ¿estás ahí? ¿Me escuchás? Bueno, espero que
no hagas ninguna locura. Se me hace tarde. Hablamos después


Corta bruscamente. Sonido del tono.

Fin

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